15 dic 2011

El octavo arte.

¿Qué buscamos con el arte? ¿Cuál es su fin? Podemos responder estos planteamientos desde dos puntos de vista: el creador y el receptor. En mi opinión, y supongo que es compartida por la gente, el creador busca componer algo único, algo que produzca un cambio en la mente del que ve la obra. El receptor busca calmar esa ansia de novedad, sentir algo nuevo. En conjunto, se busca la originalidad, que en numerosas ocasiones se hace mediante una historia.



Esta constante búsqueda de construir, el deseo de cambiar a las personas lleva al arte, y el hambre por lo nuevo, a evolucionar el arte. ¿Pero qué sucede cuando esta evolución es extrema? Prácticamente siempre que se logra esta premisa, nunca ha sido aceptado de buenas a primeras. Grandes pintores, filósofos, escritores e incluso científicos fueron perseguidos por sus contemporáneos pero más tarde idolatrados por las generaciones siguientes. El cine es un buen ejemplo de ello, llegando a causar terror en sus primeros espectadores, y ahora convertido en una de las mayores industrias del mundo, el séptimo arte.

¿Y qué hay de aquella evolución? ¿Es el séptimo arte el clímax de la función? En mi opinión, siempre con la mirada hacia delante, no.

Lo que comenzó hace aproximadamente sesenta años como un mero entretenimiento científico, hoy por hoy es uno de los mayores espectáculos de entretenimiento que podemos encontrar. El arte de los videojuegos está cada vez más y más vivo, inquieto, ardiendo. ¿Por qué podemos considerar "la play" como un arte? Porque, al igual que el arte tradicional, los grandes videojuegos nos cuentan una historia. Y cómo la cuentan.

¿Cuál es la diferencia entre una película, un libro y un videojuego? Mientras que en el cine o en la literatura somos por lo general, quienes presencian la historia, en los videojuegos nosotros vivimos la historia, provocamos su avance. Una historia tan simple como una princesa secuestrada puede convertirse en toda una aventura gracias a ese factor. ¿Por qué está Super Mario donde está? Porque somos útiles, somos el valiente fontanero que ha atravesado el mar, el desierto y los cielos para lograr nuestro objetivo. El género de aventuras, ya sea plataformero, RPG (Juego de rol) o acción, nos transporta, al igual que la literatura, el dibujo y la animación, a mundos infinitos, realistas o imposibles, y eso es algo, en mi opinión, imposible de superar. Incluso en el ámbito estético no para de ascender exponencialmente año tras año, tan sólo pensad cómo todo empezó en Pong y termina en el reciente Skyrim. Eres capaz de penetrar en los recovecos de una detalladísima ciudad, vislumbrar una puesta de sol sobre un prado.

A pesar de que una película pueda emocionarme, nunca lo hará al mismo nivel que un libro, un manga, un anime y por supuesto, un videojuego. Todavía no hay filme que me haga sentir algo parecido a lo que me hizo sentir las sagas Metal Gear Solid o Final Fantasy.

En los años 2000, hemos contemplado cómo los videojuegos han captado a más y más seguidores, superando a la industria del cine y la música juntas, económicamente hablando. Y de hecho, ahora vemos la aparición de carreras universitarias relacionadas con el diseño y desarrollo de videojuegos, y yo personalmente, mataría por dejar mi granito de arena en este mundo. Puede que me tratéis de loco por esto, pero si hoy en día estudiamos a Leonardo, Cervantes y Woody Allen, nuestros nietos también aprendan que en 1985, un tal Shigeru Miyamoto nos hacía vivir la historia de cierto fontanero  bajito y bigotón. Puede que nada de esto se cumpla, pero soy un soñador. Y por ser soñador, soy un gamer.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un gran articulo Luis, sin duda los videojuegos deben ser considerados un arte, si en filosofia analizaran la historia del Metal Gear Solid este mundo seria mejor xD. Un abrazo ^^
Nico

Anónimo dijo...

Si haces un videojuego sobre un libro, y consigues plasmar todo el libro en el videojuego, el videojuego supera al libro. Cuando lees un libro, te imaginas ese mundo a tu manera, pero si haces un videojuego sobre el libro, el autor puede plasmar el mundo del libro como el queria que fuese, y lo hace aun mas envolvente gracias al sonido y el mundo que observas, y el hecho de que tu eres el protagonista y decides cada movimiento lo hace un arte, plasmas mejor el sentimiento que quieres crear al jugador que con un libro, y este se atenúa por que estas usando mas de un sentido. Un videojuego es capaz de sumergirte en un mundo abstracto e inexistente para darte un valor, un sentimiento, o lo que quiera el creador que captes. Por el hecho de poder haber conseguido esto y poder llegar a la gente, es un arte.

Luisetex dijo...

Tengo una opinión con que el videojuego supera al libro... Son distintos, ni más ni menos. A mí personalmente me encanta la libertad de imaginación que te da un buen libro, que yo creo que se pierde en ese proceso que comentas. La literatura es un arte, los videojuegos otro, ni mejor ni peor creo yo :)

Sweetdie dijo...

Como tu bien has dicho, los grandes cambios en el arte tardan en aceptarse. Y quizás estemos a tan solo una o dos generaciones de que los videojuegos sean completamente bien-vistos. Aunque no se si es acertado considerarlos un arte en sí. Quizás una acepción de este con una parte didáctica. En cualquier caso creo que es algo nuevo, algo interesante, que puede aportar muchas cosas a la sociedad(por extraño que suene)

Sweetdie dijo...

Como tu bien has dicho, los grandes cambios en el arte tardan en aceptarse. Y quizás estemos a tan solo una o dos generaciones de que los videojuegos sean completamente bien-vistos. Aunque no se si es acertado considerarlos un arte en sí. Quizás una acepción de este con una parte didáctica. En cualquier caso creo que es algo nuevo, algo interesante, que puede aportar muchas cosas a la sociedad(por extraño que suene)