21 ago 2011

Balada Triste de Trompeta: Crítica (minimal spoiler alert)

Balada triste de trompeta es la última película dirigida por el polémico director español Álex de la Iglesia hasta la fecha. Fue estrenada en diciembre de 2010 y consiguió unas 15 nominaciones a los Goya, de los cuáles únicamente consiguió los de mejor maquillaje y efectos especiales.

Al principio es una película que pasó algo desapercibida para mí, hasta que por fin logré verla justo anoche (en buen HD, todo hay que decirlo), y aquí viene la review.


Sublime. Si Alex de la Iglesia ha sido uno de mis directores españoles favoritos, gracias sobre todo a su clásica El día de la bestia, con este film se ha afianzado como el mejor. ¿Qué ha sido exactamente lo que me ha encendido esta chispa? Sin duda, la gran sinergia que desprenden la gran dirección, un guión buenísimo (también del propio Álex), y unas interpretaciones perfectas.

Acostumbrado al Carlos Areces de La hora chanante, Muchachada nui y Museo Coconut, he quedado pasmado en este estilo, opuesto a sus personajes cómicos de las anteriores series. La evolución de su personaje (Javier, el Payaso Triste) es genial. Como vemos al principio de la película, la palabra VENGANZA pronunciada por su padre (un gran Santiago Segura), será lo que despertará en él ese lado cargado de sadismo que busca desesperadamente salvar a su amada Natalia (Carolina Bang), llegando incluso a la brillante transformación, con sosa cáustica y planchas al rojo incluidas.

Me ha gustado mucho el papel de Carolina Bang. Ha sido la primera vez que he visto un trabajo de la joven actriz y su interpretación de la trapecista, adicta al sexo y a la violencia, llega a convencer, contando con unos ojos enormes (y muy bonitos) que ayudan al cometido. Espero ver a la actriz en nuevos trabajos y papeles distintos.

El Payaso Tonto, está interpretado por Antonio de la Torre. Este personaje ya nos quiere acojonar desde el primer momento en el que le vemos, contestando a la pregunta "¿Por qué quieres ser payaso?" con "Porque si no lo fuese, sería un asesino". Y vaya que si lo sería. El misógino líder de la pandilla del circo tiene atemorizados a sus compañeros cada día y "protege" a Natalia de cualquier persona como si un diamante se tratase (diamante que el mismo se encarga de tallar a golpes). La rivalidad que mantiene con el Payaso Triste es única, con el gran punto de inflexión de la paliza que le propina su adversario con la que le desfigura la cara.

Balada es la representación pura del Esperpento de Valle-Inclán. ¿Qué hay más grotesco que un payaso que no haga reír, sea desdichado, enfermo mental y asesino? Desde el primer momento durante la Guerra Civil, vemos a un payaso, machete en mano, en las filas del ejército republicano despachando fascistas como si se tratasen de mantequilla. De hecho, ese mismo payaso, padre de Javier, es quien le determina para el resto de su vida, ya que le dice que no podrá hacer reír a nadie, sólo le queda la venganza. Los grotescos cambios que sufre Javier le hacen perder totalmente su humanidad, incluyendo una escena que por alguna razón me recordaba a La naranja mecánica. Mientras que Álex, el drugo, inspiraba su violencia y calmaba sus sentidos con Beethoven, el gran compositor alemán, el Payaso lo hace con Raphael, un cantante español (la comparación esperpéntica está clara) y su canción del mismo título con la película.
El film termina con la lucha sobre la gran cruz del Valle de los Caídos, reminiscente a la lucha en las alturas del logo de Schweppes de El día de la bestia. Y tras el clímax de la película, nos quedamos con la fabulosa imagen del Payaso Tonto riendo y el Payaso Triste llorando. Perfecta.

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